Si alguna vez has sentido desanimo o desmotivación sobre lo que estás haciendo con tu trabajo, probablemente te preguntes al ver a personas que son felices con las oportunidades que han tenido, ¿Cómo lo hacen? ¿Qué motiva a las personas a trabajar?
Para la mayoría de las personas la respuesta va más allá del dinero o las ganancias materiales, (aunque estas sí sean bastante importantes), y tiene más que ver con la apreciación del mundo de cada quien, la cual varía según los valores, creencias, sentimientos, experiencias e incluso el esquema de necesidades humanas.
Según Tony Robbins, un conferencista del cual me nutro constantemente para mejorar mis habilidades, existen 3 factores infalibles para que estemos motivados desde una perspectiva laboral, porque siempre que estemos recibiendo una buena compensación que nos permita sentirnos satisfechos a nivel económico, hay 3 motivadores no monetarios importantes:
1. La autonomía
Para sentirnos satisfechos con lo que hacemos es necesario que nos sintamos parte de una fuerza de trabajo, que nuestros superiores o clientes confían en nosotros, y esto genera la capacidad de crear, impulsar o trabajar en proyectos o directrices en las que genuinamente creemos.
Todos necesitamos un espacio de autonomía, porque cuando la perdemos por atender las necesidades de otros, también abandonamos nuestra motivación para trabajar.
2. Conocimiento
Sin importar si somos dueños de un negocio o trabajadores de una compañía, sentir que estamos aprendiendo y convirtiéndonos en muchos casos, en especialistas en la materia, suele llenarnos de satisfacción a la vez que nos puede motivar a ser mejores y sentirnos satisfechos con nuestro trabajo.
Una vez en un antiguo trabajo en el que estuve me di cuenta que ya no estaba aprendiendo más, y que probablemente era la persona que más sabía dentro de la habitación. Cuando note esto, sabía que ya ese no era mi lugar y fui en búsqueda del cambio que me motivara a trabajar.
Por esta razón es tan importante crear espacios de oportunidad y crecimiento, para que cada persona sienta y sepa que está aprendiendo algo nuevo cada día.
3. Propósito
Este es quizás para mi uno de los más importantes y determinantes a la hora de trabajar. Todo lo que somos, lo que queremos ser y las acciones que tomamos en torno a ese deseo derivan de un propósito de vida: algo que va más allá de nosotros y nuestros objetivos personales o profesionales.
Ayudar a quien lo necesita, ser el pilar de una familia, darle un mejor futuro a nuestros padres. No importa cuál propósito tengas y que sea importante para ti, conéctate con él y deja que todo lo que hagas se vincule de verdad a eso.
¿Tienes estos 3 motivadores en tu espacio de trabajo? Pon en uso tu creatividad, inteligencia emocional y poder de escuchar para descubrir qué es lo que más importa a tu equipo o a ti, y comienza a diseñar estrategias para impulsar tu motivación laboral.
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